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REDMI K Pad al descubierto con enorme disipador, doble batería y protección anticaídas

WekiHome ha desmontado en detalle el REDMI K Pad, ofreciéndonos una visión profunda sobre el diseño y las especificaciones de hardware de esta tablet compacta. El REDMI K Pad destaca como una opción realmente interesante dentro del segmento de mini tablets por su equilibrada combinación entre potencia y portabilidad, y gracias a ese análisis podemos apreciar por qué merece la pena tenerlo en cuenta. Esta tablet apuesta por una pantalla de tamaño contenido que no sacrifica calidad ni fluidez, y unos acabados que transmiten solidez y buen gusto.

El REDMI K Pad monta un panel IPS LCD de 8,8 pulgadas con una resolución poco habitual de 3.008 x 1.880 píxeles, acompañada de una tasa de refresco de 165 Hz que asegura una experiencia visual muy suave. Cuenta además con compatibilidad Dolby Vision y puede alcanzar picos de brillo de hasta 610 nits en modo de alta luminosidad, detalles que la posicionan muy bien en multimedia. En cuanto a su construcción, pesa solamente 336 gramos y su perfil es de 6,46 mm, muy manejable para una mini tablet actual. Su chasis es unibody de metal con acabado arenado, aportando rigidez y un diseño limpio, sin florituras.

REDMI K Pad: rendimiento y refrigeración al detalle

La potencia del REDMI K Pad corre a cargo del MediaTek Dimensity 9400+, un SoC que no escatima en rendimiento y que se acompaña de memoria LPDDR5X y almacenamiento rápido UFS 4.1. Lo que no suele verse tanto es su sistema de refrigeración: un vapor chamber de aluminio de 12.050 mm² que sustituye al cobre para reducir peso, apoyado por un marco intermedio metálico que facilita la disipación del calor, algo clave especialmente en sesiones intensas de juego. Los benchmarks indican que este tablet supera en rendimiento a modelos como el Legion Y700 (4ª generación) o RedMagic Gaming Tablet 3 Pro, ganando terreno como opción para gaming en mini formato.

Además, en el interior encontramos unos refuerzos de espuma para proteger componentes clave contra impactos, mientras que la placa base está centrada para optimizar la distribución térmica. El audio también es un apartado cuidado, con altavoces duales y soporte Dolby Atmos para un sonido envolvente mucho más rico que lo habitual en tablets de este tamaño.

La batería del REDMI K Pad suma en total 7.500 mAh divididos en dos celdas (3.505 y 3.995 mAh) y contempla carga rápida a 55W, con un adaptador de 67W incluido de serie. Un dato a destacar es que el tiempo total para una recarga completa es de unos 61 minutos, cosa nada desdeñable. Además, su soporte para carga bypass resulta ideal para gamers que quieran enchufar el tablet durante partidas muy exigentes sin desgastar la batería, ya que la alimentación va directa a los circuitos sin pasar por la batería.

En conectividad tenemos un USB-C con capacidad USB 3.2 Gen 1 (5 Gbps) y soporte para DisplayPort, aunque el REDMI K Pad prescinde del lector de huellas dactilares, un detalle que puede hacer que algunos se lo piensen. En cuanto a cámaras, integra un sensor trasero omnipresente en este rango de precio, el OmniVision OV13B de 13 megapíxeles, y una cámara frontal OV08F de 8 megapíxeles que cumple para videollamadas y selfies ocasionales.

El REDMI K Pad demuestra que es posible combinar una tablet portátil y estilizada con unas especificaciones técnicas capaces de aguantar usos exigentes, tanto para consumo multimedia como para juegos. Esta mini tablet gana relevancia en un mercado que busca cada vez más dispositivos versátiles sin renunciar a la potencia. Sin duda una opción a tener en cuenta para quienes valoren rendimiento en un formato compacto y bien diseñado.

Fuente

Eduardo Ruiz: Amante de la tecnología, escribo para compartir una de las mayores aficiones que tengo y poder estar al día en el aspecto tecnológico.
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