REDMI K Pad llega con innovaciones y pantalla 4K para dominar la gama media

Eduardo Ruiz 13 junio, 2025

REDMI ha presentado por fin su primera tablet compacta de gama alta, la REDMI K Pad, un movimiento estratégico que refuerza su apuesta por competir en el segmento premium de tablets Android. Según Wang Teng, director general del departamento de mercado chino de Xiaomi y de la propia marca REDMI, este modelo pretende superar al iPad mini en cuanto a especificaciones, colocándose como la tablet pequeña más exclusiva por debajo de los 600 euros. Para Wang, la REDMI K Pad simboliza el inicio de una era de tablets Android compactas de verdadero nivel flagship.

El dispositivo monta una pantalla LCD personalizada de 8,8 pulgadas que destaca por su alta resolución y elevada tasa de refresco, todo ello dentro de un chasis que apuesta por las esquinas redondeadas y prescinde del jack de auriculares. A diferencia de las pantallas LCD de muchos smartphones, que suelen usar un único controlador de pantalla (DDIC), la REDMI K Pad recurre a dos controladores para lidiar con las demandas de claridad y resolución. Esto añade un reto técnico importante: si los datos o la intensidad de color no van perfectamente sincronizados entre ambos controladores, la experiencia visual empeora notablemente. Este sistema de doble DDIC implica un coste y una complejidad similares a los que requieren las pantallas OLED top de smartphones.

REDMI K Pad, ingeniería de precisión para un diseño compacto

Los esfuerzos de REDMI no se quedan solo en la pantalla. Debido al espacio reducido que caracteriza a las tablets compactas, la marca ha invertido una gran cantidad de recursos en I+D para ajustar componentes clave como el motor, los altavoces y el propio panel de visualización. El resultado es un dispositivo extremadamente delgado y ligero, pero sin renunciar a potencia o calidad. De hecho, la cantidad de trabajo e innovación aplicada en esta tablet supera la que se acostumbra en tablets de mayor tamaño, lo que refleja la ambición de REDMI por ofrecer la mejor experiencia en un formato compacto.

En cuanto al rendimiento, la REDMI K Pad monta el procesador MediaTek Dimensity 9400 en su máximo rendimiento, acompañado de un sistema de refrigeración por bomba de frío de nivel flagship. Esta combinación está pensada para soportar largas sesiones de juego exigentes, asegurando que la tablet no sufra sobrecalentamientos ni pérdidas de rendimiento. Así, REDMI no solo quiere destacar por la calidad de su pantalla y diseño, sino también por su capacidad para rendir al máximo en situaciones de alta carga.

Esta apuesta convierte a la REDMI K Pad en una propuesta muy atractiva para quienes buscan una tablet compacta, potente y con especificaciones propias de la gama alta dentro del ecosistema Android. Con movimientos como este, REDMI empieza a cerrar la brecha que existía entre las tablets top de Android y las opciones premium del mercado, ofreciendo un dispositivo que no se conforma con ser pequeño sino que también quiere ser el mejor en su categoría.

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