En 2023, Huawei ha regresado de manera contundente al mercado de smartphones gracias al lanzamiento de su chipset Kirin 9000S, que se encuentra en la serie Mate 60. Esta novedad ha permitido que la compañía recupere una posición sólida en China, el mayor mercado de smartphones a nivel mundial, donde compite de cerca con Apple. La resurrección de Huawei es sorprendente, especialmente cuando muchos esperaban que las sanciones comerciales de Estados Unidos obstaculizaran sus operaciones.
Huawei ahora tiene una estrategia clara de expansión global, con planes de lanzar dispositivos que funcionen con procesadores Kirin y su propio sistema operativo, HarmonyOS. Esta iniciativa le permite adentrarse en 60 mercados internacionales, superando desafíos previos que se originaban por la falta de servicios de Google, como Gmail y YouTube, lo que había limitado su atractivo fuera de China. HarmonyOS ha tenido un papel fundamental al ofrecer una plataforma independiente que no depende de Google, además de contar con una tienda de aplicaciones repleta de alternativas a las aplicaciones populares.
A medida que Huawei avanza, su estrategia se enfoca en crear nuevas oportunidades mientras esquiva las complicaciones relacionadas con las regulaciones comerciales de EE. UU. La compañía ya ha empezado sus esfuerzos de marketing internacional, publicitando su plegable Mate X6 en ciudades como Dubái, Kuala Lumpur y Hong Kong. Este paso no solo diversifica su presencia, sino que también agita el paisaje competitivo frente a gigantes establecidos como Apple y Samsung.
A pesar de estos logros, Huawei se enfrenta a desafíos persistentes. La producción de sus chips Kirin depende en gran medida de Semiconductor Manufacturing International Corporation (SMIC), que está restringida a procesos de fabricación de 7nm, menos avanzados que los de 3nm y 4nm que utilizan sus competidores, como TSMC y Samsung. El nuevo chip Kirin 9020, basado en el proceso de 7nm de SMIC, muestra mejoras incrementales, pero aún queda atrás en comparación con el rendimiento de chips rivales como el Snapdragon 8 Elite de Qualcomm y los de la serie A de Apple.
Para mejorar su posición, Huawei se está concentrando en la optimización de HarmonyOS para lograr una mayor eficiencia. Al reducir el consumo de recursos, la compañía aspira a ofrecer una experiencia de usuario competitiva frente a los dispositivos que funcionan con Android. HarmonyOS es crucial en la estrategia de Huawei, ya que proporciona independencia de Google, un ecosistema de aplicaciones variado y una integración operativa fluida entre su cartera de hardware, que abarca desde smartphones hasta tablets y dispositivos wearables.
Sin embargo, Huawei debe abordar cuestiones críticas como la escasez de chips, la migración de clientes desde Android e iOS y la navegación por las implicaciones comerciales geopolíticas. En última instancia, el futuro de Huawei dependerá de su capacidad para superar estas limitaciones de hardware y construir una reputación confiable entre los posibles clientes. A medida que la compañía prosigue sus esfuerzos para fortalecer HarmonyOS y expandir su ecosistema de aplicaciones, se encuentra en un momento decisivo en su intento por reinstaurarse como un jugador formidable en el mercado global de smartphones. Los próximos meses serán cruciales para ver cómo Huawei navega por las complejidades del sector tecnológico.
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