En una reciente decisión, un jurado ha dado parcial respaldo a Qualcomm en su prolongada disputa legal con el fabricante británico de chips Arm. Este conflicto se centra en acusaciones de que Qualcomm habría infringido un acuerdo de licencia tras la adquisición de Nuvia Inc. por 1.400 millones de dólares en 2021. Arm sostiene que Qualcomm utilizó la tecnología de Nuvia sin haber llegado a un acuerdo sobre el incremento de tasas por licencia.

El jurado determinó que Qualcomm no vulneró el acuerdo de licencia con Arm, confirmando que los chips Snapdragon de la compañía están debidamente licenciados. Sin embargo, no pudieron llegar a un consenso sobre si Nuvia había violado su propio acuerdo de licencia con Arm, lo que llevó a la jueza a declarar un juicio nulo sobre este asunto específico. Ante esto, Arm ha manifestado su intención de solicitar un nuevo juicio, aunque la jueza sugirió que el resultado podría ser incierto para cualquiera de las partes, recomendando una mediación como posible camino a seguir.

Arm es principalmente una diseñadora de chips y software, licenciando su tecnología a empresas como Qualcomm. Esta última depende en gran medida de los diseños de Arm para muchos de sus chips Snapdragon, que alimentan a las principales marcas de smartphones como Samsung, Huawei, y Redmi. La importancia de estos chips en la industria no puede subestimarse, ya que son fundamentales para el funcionamiento de numerosos dispositivos móviles en el mercado.

Tras la decisión del jurado, Qualcomm expresó su satisfacción, afirmando que ha sido reivindicada en su derecho a innovar. La compañía subrayó que sus productos están protegidos por contrato con Arm y que seguirán creando productos de calidad mundial con sus CPUs Oryon compatibles con ARM.

El conflicto legal se intensificó notablemente a finales de 2024, especialmente en noviembre, cuando Arm emitió un aviso de 60 días a Qualcomm, indicando su intención de rescindir un acuerdo de licencia crucial. Este acuerdo permite a Qualcomm desarrollar chips utilizando los diseños patentados de Arm. Si se materializara esta rescisión, podría haber repercusiones significativas para el sector de los smartphones, dada la amplia utilización de los chips Snapdragon.

A medida que ambas compañías consideran sus próximos pasos, el futuro de su relación se encuentra en una encrucijada. Se enfrentan a una decisión crítica: continuar con su batalla legal o buscar una resolución a través de la negociación. Esta elección podría tener implicaciones duraderas para la industria tecnológica, lo que conferiría una atención especial en las próximas semanas.

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