Hasta ahora, Huawei ha sido la única empresa china entre los fabricantes de smartphones en afrontar las consecuencias de la prohibición impuesta por Estados Unidos. Los efectos de la decisión del gobierno de Trump han sido evidentes, pero no todos saben que Xiaomi también fue objeto de atención por parte de las autoridades estadounidenses. En un primer momento, el programa Clean Network contemplaba incluir en una lista negra a diversas de las principales marcas chinas, como Xiaomi, OPPO y vivo, pero al final, solo Xiaomi sufrió una prohibición efectiva. Lei Jun, fundador de la compañía, ha explicado recientemente cómo esto llevó a la creación de Xiaomi Auto.

Hace unos días, Lei Jun y miembros de su equipo directivo presentaron el nuevo modelo SU7 Ultra durante un evento que contó con una conferencia de aproximadamente tres horas. En la apertura, Jun tomó la palabra para ofrecer un discurso anual en el que describió el proceso que condujo al nacimiento de la división automotriz y de la gama SU7.

Fundada en 2010 junto a seis colegas, Xiaomi rápidamente ganó posiciones en el mercado global de smartphones. A pesar de los éxitos obtenidos y la expansión internacional, la empresa nunca ha logrado abordar oficialmente el mercado estadounidense, salvo por ventas esporádicas de accesorios. La razón es clara: Estados Unidos no ve con buenos ojos a las empresas chinas. En enero de 2021, la administración de Trump incluyó a Xiaomi en una lista negra debido a supuestos vínculos con el Ejército Popular de Liberación chino, limitando de facto las inversiones por parte de entidades estadounidenses.

Sin embargo, unos meses más tarde, un tribunal estadounidense desestimó dichas acusaciones, revocando la prohibición y restaurando la situación. Durante este periodo, Jun describió cómo la noticia de la prohibición llevó a la compañía a realizar una reunión urgente para planificar el futuro. Temiendo un impacto negativo en el mercado de smartphones, Jun decidió diversificar las actividades de la empresa, anunciando en marzo de 2021 su intención de entrar en el sector automotriz. Optó por no recurrir a capital de riesgo, planeando una inversión de 10 mil millones de dólares (cerca de 9 mil millones de euros) a lo largo de una década.

Jun, de 54 años, declaró que este será su “último gran proyecto empresarial”. Al igual que sucedió en el segmento de smartphones, la aventura automovilística comienza con pérdidas, con el modelo SU7 vendido a partir de 215.900 CNY (unos 27.500 euros). A diferencia de Apple, que abandonó su proyecto automovilístico, Xiaomi ya ha entregado más de 30.000 unidades del SU7 y aspira a alcanzar las 120.000 para finales de año, mientras también se prepara para el lanzamiento de un SUV eléctrico y un híbrido de bajo coste, todo ello bajo la amenaza de aranceles crecientes a los vehículos chinos por parte de EE.UU. y Europa.

Fuente