Huawei, reconocida como la principal empresa tecnológica china y el mayor proveedor mundial de equipos de telecomunicaciones, ha establecido un nuevo centro de investigación y desarrollo en Shanghái. Esta medida se produce en medio de una fuerte presión por parte de las sanciones estadounidenses destinadas a frenar los avances tecnológicos de Huawei.
El Centro de I+D Huawei Lianqiu Lake está programado para comenzar sus operaciones este año. La compañía ha asignado más de 10.000 millones de yuanes (aproximadamente €1.300 millones) a esta instalación. Según el gobierno del distrito de Qingpu, se espera que el centro impulse un progreso sustancial en 5G, computación en la nube e inteligencia artificial. La instalación empleará a cerca de 30.000 personas que se centrarán en el desarrollo de chips, redes inalámbricas y tecnologías de internet.
Esta significativa inversión subraya la determinación de Huawei de seguir siendo un líder global en el sector tecnológico, a pesar de los desafíos actuales. La magnitud de la fuerza laboral y el compromiso financiero destacan la importancia crítica del proyecto para los objetivos estratégicos de la empresa.
En 2019, Estados Unidos añadió a Huawei a su lista de entidades comerciales, restringiendo el acceso de la compañía a tecnologías y componentes vitales de empresas estadounidenses. Las restricciones se endurecieron en mayo cuando Estados Unidos dejó de emitir licencias especiales que permitían a empresas como Intel y Qualcomm suministrar a Huawei. A pesar de estos obstáculos, Huawei continúa innovando, como lo demuestra el reciente lanzamiento del smartphone Mate 60 Pro, que cuenta con el avanzado chip Kirin 9000s.
Las sanciones han obligado a Huawei a aumentar su autosuficiencia centrándose más intensamente en su propia investigación y desarrollo. Este cambio es esencial para la empresa mientras navega por el complejo panorama global.
El chip Kirin 9000s, que utiliza tecnología de procesamiento de 7 nanómetros, representa un hito importante para Huawei. Fabricado por el principal fabricante de chips de China, Semiconductor Manufacturing International Corp. (SMIC), la producción de este chip indica un éxito parcial en contrarrestar las sanciones estadounidenses. Sin embargo, informes sugieren que SMIC utilizó tecnología de las empresas estadounidenses Applied Materials Inc. y Lam Research Corp., adquirida antes de que Estados Unidos prohibiera la venta de chips avanzados y equipos a empresas chinas en octubre de 2022.
No obstante, Huawei enfrenta importantes desafíos de producción. La empresa tiene dificultades para escalar la producción de su chip Ascend 910B, una alternativa competitiva a las ofertas de Nvidia, que ya no están disponibles para los compradores chinos. Los problemas con piezas en máquinas de fabricación de chips reutilizadas agravan las dificultades de producción.
El establecimiento del Centro de I+D Huawei Lianqiu Lake es un movimiento crucial para mitigar el impacto de las sanciones estadounidenses y avanzar hacia la independencia tecnológica. La continua innovación y el desarrollo de una infraestructura robusta de I+D son esenciales para que Huawei mantenga y mejore su ventaja competitiva en la industria tecnológica global. El futuro de la compañía depende de su capacidad para innovar, adaptarse y lograr una mayor autosuficiencia en dominios tecnológicos críticos.
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