El Oukitel K6000 se pone a prueba frente a una amoladora

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Ya sea en mayor o en menor medida, pero a todos nos preocupa que nuestro smartphone sufra algún percance, ya que por muy cuidadosos que seamos, los accidentes ocurren, y un pequeño despiste puede transformarse en una pantalla rota por poner un ejemplo.

Esta preocupación que tenemos los usuarios ha llevado a muchas compañías a buscar maneras de aumentar la resistencia de sus teléfonos, para que al menos los daños ocasionados por una caída u otro tipo de accidentes sean los menos posibles. Aunque claro, aunque sepamos que tenemos un teléfono muy resistente, a ninguno nos da por dejarlo caer, ya que no estamos del todo seguros de su aguante, y eso es lo que ha llevado a Oukitel a realizar una nueva prueba extrema con uno de sus smartphones, el Oukitel K6000.

En un nuevo intento de demostrar lo bien construido que está el Oukitel K6000, la compañía se ha puesto a cortar con calma y suavidad el teléfono con una amoladora. Durante la prueba se puede ver que la pantalla es parcialmente dañada, pero aun así sigue funcionando y reconociendo todos los toques que se hacen.

No contentos con eso, la tortura continúa, y finalmente la amoladora alcanza la batería la cual empieza a echar humo. Obviamente esta no es la prueba de resistencia más inteligente que se le puede hace a un teléfono (ni se os ocurra hacerla en casa), pero a Oukitel le sirve para mostrar que la batería de 6.000 mAh de la que dispone no va a explotar sea cual sea el castigo que se le imponga.

Especificaciones del Oukitel K6000

  • Pantalla 2.5D de 5.5 pulgadas con resolución HD (1280 x 720 píxeles)
  • Procesador quad core de 64 bits MT6735P
  • 2 GB de RAM
  • 16 GB de almacenamiento interno ampliable mediante tarjetas microSD
  • Cámara trasera de 13 megapíxeles
  • Cámara delantera de 5 megapíxeles
  • Batería de 6.000 mAh
  • Android 5.1 Lollipop

Con esta ya son incontables las “perrerías” que Oukitel ha realizado a sus teléfonos, y sinceramente, no nos imaginamos cual será la siguiente prueba que se les pase por la cabeza.

[Fuente]
Felipe Ubierna
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